Todo dependía de mis sensaciones, de mi capacidad de abstracción, y esta vez el lado de la moneda salio cara.
Hemos tenido la suerte de asistir a una prueba espectacular, en un día soleado y caluroso, muy bien organizada y con un marco inmejorable: la sierra de Madrid nevada.
En esta ocasión he conseguido engañar a mi amigo Sanchez, para que me acompañe en una prueba que ha sido mucho más dura de lo que podíamos esperar.
El primer segmento, 2600 mts a pie, ha sido por terreno cómodo, de hecho las diferencias han sido mínimas entre los primeros. He conseguido entrar en la transición entre los 8 primeros, pero un problema con la zapatilla me ha hecho salir muy por detrás, incluso de Sanchez, que había llegado 6" después a la zona de bicicleta ha conseguido unos metros de ventaja.
Pero ese pequeño tiempo perdido, era insignificante después de realizar la primera vuelta de algo más de cinco kilómetros al complicado recorrido que la organización nos había preparado. Con una bajada técnica y peligrosa nada más empezar, dos subidas embarradas en las que hemos echado pie a tierra, otra subida muy dura por el único tramo de asfalto todo el circuito y una zona de curvas entre encinas frondosas, que han hecho que los cinco primeros kilómetros pareciesen 40. La segunda vuelta, transcurría por el mismo recorrido y por tanto ya no había sorpresas y no se ha hecho tan larga mentalmente, que no físicamente.En los últimos kilómetros del tramo en mtb las piernas se me han comenzado a acalambrar siendo especialmente duro el tramo en el que había que subir andando, empujando la bici(casi con piolet) por una pronunciada pendiente. Los últimos metros antes de la última transición han sido con las piernas contraídas, con bastante dolor, pese a llevar un desarrollo muy suave. No se ni como he conseguido llegar a dejar la bici.